lunes, 16 de febrero de 2009

Una de perioogle

Si por mí fuera, me quedaría desempleado siempre, porque tengo una fuerte vocación de pertenencia a las clases pasivas (claro que los parados somos 'activos'; la maldición bíblica nos puede caer en cualquier momento en forma de recomendación de un amigo, un familiar o ex compañero). Me encanta levantarme a las diez de la mañana (claro que esto se debe al horario periodístico, que implica entrar a las once y salir cuando Dios dispone), desayunarme con todas esas ofertas de trabajo internetiles para las que estoy insuficientemente cualificado y luego hacer una parada camino del mercado en una cafetería que esté suscrita por lo menos a dos periódicos (no valen gratuitos, que son una castaña). Por 1,20 euros alemanes, ahora mismo leo El País y El Mundo, me tomo un café y ejerzo mis derechos de fumador pasivo. Se lo dije, tengo vocación de clase pasiva.

Sorpresón hoy en El País: escribe Félix de Azúa un largo artículo sobre la exposición de Bacon en el Prado. Es una refutación de la teoría artística que establece que la vida del artista es un elemento despreciable en el análisis de la obra. Incluyo el párrafo que me ha dejado ojiplático:

Concluyo con uno de los últimos casos, pero uno de los más chocantes. Cuando Carmen B. Palomares descubrió el acta de nacimiento de Diego Velázquez en un archivo de la villa D'O Bonzo y constató con perplejidad que había sido inscrito como Isabel Velázquez, no daba crédito a sus ojos. Una exhaustiva investigación posterior en obispados, hospitales y cárceles portuguesas constató que Velázquez era una chica, que nunca aceptó su identidad sexual, que desde la adolescencia usaba bigote de guías subidas (pegado con resina de pino), que tuvo altercados constantes con el párroco de D'O Bonzo hasta que éste la puso en manos del guardia municipal. Su huida de la ergástula, su aparición en Sevilla ya muy maquillado (aunque nunca pudo disimular las caderas, harto abultadas incluso para un pintor), su vida posterior con matrimonio de provecho incluido, todo hasta el célebre episodio en que el rey le pinta la cruz en la solapilla (una evidente deconstrucción del bigote), son cosas que sólo se han sabido en los últimos 50 años. Desde entonces la obra de Velázquez y sobre todo la célebre 'Venus del espejo', en el cual se refleja el rostro sin afeites del pintor, han sufrido un verdadero cataclismo. El mismo que usted puede ahora constatar en la exposición Bacon.

Esto sí que acojona. ¡Hombre muerde perro, lo dice el periódico más vendido de España! El periodista Google que llevo dentro necesita más información. Una cosa es que demuestren que el Coloso no es un cuadro de Goya y otra que Velázquez fuera una señora. Pero no hallo rastro de Carmen B. Palomares ni de Isabel Velázquez ni de Villa D'O Bonzo. Todo esto es muy raro. No es 28 de diciembre ni 1 de abril y Félix de Azúa no es lo que se dice un bromista (o a lo mejor sí, como el terrible Thomas Bernhard, que entendía su novelística como un ejercicio de humor). Aguardo con impaciencia mañana las cartas al director.

Y el segundo shock del día, se despide Pisitófilos, el comentarista que, desde hace más de cinco años, ha sido a los foros y bitácoras de economía lo que Atleta Sexual fue al blog de Arcadi Espada: uno hacía ctrl+f para buscar directamente sus aportaciones. Los pp.cc., pisitófilos creditófagos o -ir siempre hablaban de sí mismos como un colectivo, protegidos por el anonimato para decir las cosas que los agentes de lo que ellos llamaban La Comedia de Gallinas del Pisito, esto es, la burbuja inmobiliaria que ha dejado el país hecho unos zorros, no pudieran tomar represalias. El mero Google tampoco era una herramienta útil para desentrañar su identidad. Señores, hay que moverse, usar el teléfono, ir a las universidades, fastidiar a los funcionarios, irse de copas con los agentes de la ley para descubrir estas cosas... pero a mí no me molesten, que ahora mismo no me están pagando por ello.

6 comentarios:

Leonor de Aquitania dijo...

Recuerdo que a mi tb me encantaba salir a tomarme un café a un bar cercano cuando me encontraba en paro y leerme uno o dos periódicos (yo sí voto por los gratuitos, por qué no?), y disfrutar del sol de la mañana mientras pensaba en los compañeros que a esas horas debían estar trabajando sin parar en cualquier medio de comunicación. Ummmm en el fondo, por qué engañarnos.... es un placer....

Asier dijo...

Aunque aveces se tenga la sensación de estar parado, hay siempre que recordar el aforismo:

"Y sin embargo se mueve"

Munchausen dijo...

Durante muchos años, yo trabajé un fin de semana de cada dos a cambio de lunes y martes libre. Tenía una compañera de trabajo, visillera total, a la que le parecía una barbaridad eso de currar el finde, pero en cuanto probó el dulce sabor de la libertad en días para otros laborables, cambió de opinión. Pero claro, es distinto cuando llega el miércoles y el jueves y uno sigue sin tener que ir al trabajo.

la profe dijo...

Me gusta el aforismo, Asier, uno de lor problemas del desempleo es la etiqueta de "parado", si uno reflexiona sobre la palabra paro = ausencia de movimiento= pasivo=quieto, el momento en el que más quietos estamos en nuestra vida es durmiendo y "el sueño eterno es la muerte", lo que quiero decir es que las palabras no son sólamente significantes, ni si quiera son significantes y significados en el sentido estricto de la teoría de la comunicación, si tiramos de la hermeneútica, encontramos que las palabras no son neutras sino que están cargadas de connotaciones emocionales y las etiquetas también, podemos ser más o menos conscientes de ello, pero las etiquetas están teñidas de emociones, expectativas y atribuciones
hablando de la prensa gratuita, precisamente publiqué un artículo n el 20 minutos que tenía que ver con eso...puedes encontrarlo en internet, aunque en la prensa gratuita, no le dejan a uno filosofar demasiado...

Leonor de Aquitania dijo...

Me gustaría leer ese artículo sobre las emociones del 20 minutos "la profe".
Recuerdas cuándo se publicó?? Con tan pocos datos, dudo poder encontrarlo

Munchausen dijo...

http://www.20minutos.es/noticia/240180/0/paro/buscar/trabajo/

Sólo estar durmiendo es mejor que estar dormido :)

Si Max Estrella podía inventarse palabras ("como poeta, tengo derecho al alfabeto"), yo como técnico del lenguajes (=periodista) me niego a que me quiten de parado, que es una palabra que no hecho mal a nadie. ¡Acabaremos como "buscadores activos de empleo"! Como dicen los anglosajones, "between jobs"...