lunes, 16 de noviembre de 2009

So was I


El sábado tuve una boda en una ciudad del norte, el domingo a las 8.45 de la mañana me estaba helando ante la Facultad de Derecho de la Universidad Complutense esperando que comenzara la prueba de acceso a uno de los puestos de esta convocatoria. La hora y media extra que nos tuvieron esperando, a mí y a unas cuatro mil personas que optábamos a una de las 33 posiciones, me la pasé cavilando si me iban a excluir instantáneamente en cuanto vieran que me había olvidado el lápiz (estuve pensando si ofrecerle dinero a una compañera de la bancada inferior a cambio de uno de los ¡tres! lápices que se había traído de repuesto), más que en el contenido del examen en sí, un test psicotécnico que finalmente derivó por el lado del examen de personalidad, y que creo haber hecho correctamente, aplicando la primera contravención a las reglas: no seas sincero, sé sensato. ¿Te gustan las multitudes? No, pero si debo trabajar entre ellas, ¡me encantan!

Tuve un segundo para ojear el test de mi compañero de bancada. El pobre, a la pregunta "creo que he hecho algunas tonterías en la vida", respondió señalando la casilla de en medio: "no estoy seguro". JO JO JO JO... Y de esa manera añadió otra tontería a la larga lista.