viernes, 30 de octubre de 2009

Por favor no se la pierdan

Háganlo por (el guión es de Gilliam y McKeown, los de 'Las aventuras del barón Munchausen' y 'Brazil').

miércoles, 21 de octubre de 2009

The start of everything

La costumbre indica que el día de los buenos propósitos sea el 1 de septiembre, a modo de conjura de la depresión post vacacional (nota para mí mismo: proponer a RGB o Planeta-Agostini un curso por fascículos contra la depresión post vacacional). Si la depresión es muy gorda o si en realidad no hemos tenido vacaciones, el día de los buenos propósitos se nos pone en mitad de octubre o noviembre, mezclado con un puñado de bodas, borracheras, compromisos y reencuentros. Pero ese no es el problema. Bienvenidos sean los compromisos, pues somos animales sociales. El problema es el trabajo, que abusa de nosotros, como podría serlo también la falta de trabajo, que da ocasión a que sea la cabeza la que abuse de nosotros. "¿Y yo qué? ¿Y yo qué? ¿Y yo qué?" ...hasta que envidias a los empleados de France Telecom.

El mero enunciado de los buenos propósitos puede tener el efecto de conjurarlos. Es el salir del armario de los buenos propósitos. Ya no hay que hacer nada: ni ir a manifestaciones del Orgullo Comprometido, hacer donativos a fundaciones de las Buenas Intenciones ni prenderse un pin a la solapa que diga "Yo cada día hago algo que merece la pena, ¿y usted?". Se sienta uno a disfrutar del peso que se ha quitado de encima. Los buenos propósitos, con todo, deben ser realistas. Pongamos, por ejemplo: "Voy a llevar una vida saludable, hacer más deporte, comer más sano y leer más". Le atribuyo un 5% de posibilidades de concretarse (25% si le precede una angina de pecho). Hay que ser lo más concreto posible, como si se tratara de un deseo. De todos es sabido lo juguetones que son los genios con los deseos. Pensemos en el habitante del desierto que quiere ser blanco, tener agua a raudales y pasarse el día mirando culos, al que el genio convierte en retrete.

Yo, de lo del deporte, paso, porque me canso. Es sabido que no dejo de buscar trabajo, así que tampoco cuenta. Los propósitos deben ser realizables en el momento en que se formulan, así que debo encajarlos en el peculiar módulo temporal en que me muevo, con una jornada partida y dos horas diarias de desplazamiento (¿había contado por qué estoy buscando otro trabajo?).

  1. Escribir una novela comercial antes del final de 2010.
  2. Entender una conversación con un inglés resfriado.
  3. Decorar mi currículo con formación no académica.

Siendo los buenos propósitos de evidente importancia, ¿cómo es que nos cuesta siempre tanto ponerlos en marcha? Bueno, tengamos en cuenta que les antecede siempre una serie de prioridades:

  1. Bienestar económico ---> TRABAJAR COMO UN CABRÓN
  2. Bienestar físico ---> Cerveza, cenitas, sexo...
  3. Bienestar psíquico ---> Cerveza, cenitas, sexo...
  4. Bienestar social ---> Cerveza, cenitas, sexo...

De lo que se deduce que el trabajo ideal, matando cuatro pájaros de un tiro, consistiría en cerveza, cenitas, sexo... o sea periodista deportivo o acompañante profesional.

En próximas entradas desarrollaremos nuestro trabajo por objetivos.

miércoles, 7 de octubre de 2009

The end of it all

Lo primero por delante: muchísimas gracias a todos por participar en el blog. No hago menciones personales porque a) soy muy malo para recordar nombres y b) siempre me olvido de alguno y acabo ofendiendo sin querer a minorías como las mujeres rubias... Me adhiero en cualquier caso a la felicitación de Adolphus a los autores del 'remake' de 'Mary Poppins'. Yo lo único que hice fue ponerme leotardos.

Yo me hice periodista a sugerencia de un profesor de Historia, la carrera en la que estoy licenciado, que daba también clases en un máster de Periodismo. El día de su última lección, ya en el máster, nos transmitió su "legado humano": que cogiéramos cualquier trabajo, que ya tendríamos tiempo de cumplir nuestros sueños vocacionales (teóricamente, ser periodistas).

Después de muchos años trabajando como periodista o así, comprendí eso del "legado humano". Cualquier trabajo estaba siendo lo de ser periodista... Y mi vocación estaba allí o en otro lado. No había determinación, el destino no estaba prefijado. Menos deportista de élite o genio en cualquier campo, a los 30 años se puede ser todavía cualquier cosa.

Mucha suerte a todos. Os paso a la Profe.



Hueco. Vacío. Emoción que se desliza en espiral hacia el desagüe, ¿dónde puse el tapón? Objetivo: el de tu cámara, por supuesto, yo a través de tus ojos... Pocas cosas me dejan sin palabras, verme desde tu punto de vista es una de ellas. Sabores: el mate no me resultó amargo. Complicidad: será porque tú me viviste, que lo hiciste todo tan dulce. El vino: siempre de Rioja. Nosotros: 1ª persona del plural. Palabras, las mías: VÍNCULO, MOVIMIENTO. Un final: "Colorín colorado, vuestra historia ha comenzado".

domingo, 4 de octubre de 2009

Marta al habla

El TIOM está llegando a su fin y no querría que se cerrase sin antes agradecer a "la profe" toda su dedicación.
Problemas internos aparte, te quería agradecer, Celia, todo lo que has sido capaz de hacer con nosotros durante este año.
Agradezco (y creo que con esto no solamente hablo por mi), el apoyo que siempre hemos recibido por tu parte.
No me di realmente cuenta del valor de tus enseñanzas hasta que el otro día acudí a una conferencia sobre Asertividad. Sin querer resultar presumida ni vanidosa, cuando la psicóloga clínica comenzó a hablar sobre el significado de la asertividad, sobre las habilidades sociales, los estilos de comunicación, el diálogo, las técnicas, etc... me sentí con fuerzas y con ganas de salir yo al estrado y dar una clase magistral sobre todo lo que había aprendido este año.
Me di cuenta entonces de la suerte que creo hemos tenido al poder escucharte y asistir a todas las clase-conferencias que nos has dado.
Tu asesoramiento recibido a lo largo de este año ha sido capaz de inyectarnos fuerza y valor para conseguir un objetivo que ojalá pueda hacerse realidad en breve.
Por todo ello y por mucho más, gracias Celia por tu tiempo, por tu amabilidad, por tus enseñanzas, por creer en nosotros y sobre todo, gracias por haber sido capaz de mantener, como ningún otro ha sido capaz de hacer, al grupo unido.

jueves, 1 de octubre de 2009

Bárbara juega con los sonidos de la radio


Esfumato: técnica de pintura que consiste en superponer finas capas de color para crear contornos difusos aportando a la obra profundidad y realismo. La creó el mismísimo Leonardo Da Vinci y aunque muchos la han imitado sólo Enrique Amigó, Carlos Manzanares y Julio Gonzalo han hecho música de esta técnica. Estos son los tres componentes y creadores del grupo Esfumato que tocaron el pasado 23 de septiembre en Libertad 8. Un concierto que no dejó indiferente a nadie, ya fuera por la música, el espectáculo o simplemente por esa atmósfera íntima, como si se tratase de una reunión de amigos.

Si hay que decir algo malo sólo apuntar que empezaron un poco tarde, se hicieron de rogar como las novias cuando van a la iglesia, pero comenzó la música y todos sabían que la espera había merecido la pena. Una guitarra increíble, un saxo imponente y unos juguetes que nadie va a olvidar. Sí, habéis leído bien, juguetes. Desde un pulpo de peluche con sonido hasta un pianito rojo. Esta es la gran novedad de Esfumato, la superposición de capas sonoras donde Carlos Manzanares mezcla la voz y los acordes de la guitarra de Enrique, la melodía del saxo de Julio y las bases electrónicas con su megáfono, sus campanitas de colores o su reproductor de sonidos de animales infantil.

Sin embargo, Esfumato no sólo activa nuestro oído. La estética visual también es muy importante en sus conciertos. Son capaces de crear su pequeño mundo ambientado con sombras, colores llamativos y el simple reflejo dorado del saxo.

Un cóctel que activa los sentidos y que el grupo aprovecha. ¿Cómo? Repartiendo folios en blanco y rotuladores de colores para que todo el que quiera disfrute al máximo de la música. Sin duda, son toda una experiencia.

Foto: Los conciertos de Radio 3