jueves, 2 de abril de 2009

Y resiliente en Madrid

Estamos que lo tiramos (dos entradas al día). Cedemos la palabra a Benjamín, que nos va a hablar sobre la resiliencia. No busquen la palabra en el DRAE, porque no viene: miren aquí.

Y aquí, el texto que inspira el comentario.

Nasio pá sufrí

Evidentemente hay un error de concepto, comprensión y materialización de la palabra Resiliencia. A pesar de ser justificable en términos económicos y bursátiles, no lo es en su aplicación real, ni es aceptable dentro del ámbito laboral.

La RESILIENCIA tal cual nos lo vende el texto, es el equivalente, al NASIO PÁ SUFRÍ. Es decir, es la deshumanización del terreno laboral, social-afectivo y personal del hombre. En otras palabras, mercantilismo emocional.

"Capaces de resistir y ganar"

Este es un titular, que podría pertenecer a una publicación de psicología de autoayuda, o a una revista supuestamente feminista aconsejando sobre como lograr el éxito profesional. En ella que se nos vende, que la vida es una carrera, donde solo existe dos vías posible para un ser humano. Resistir y ganar o someterse y perder.

Me doy cuenta que tratamos de convertirnos en un número de cuenta bancaria, en un número de la afiliación a la Seguridad Social, en un RESILIENTE.

Debe ser que los eufemismos dominan nuestra vida. Un trasvase no es un trasvase, es una desviación temporal de agua. La crisis económica no es crisis, es un periodo de dificultades objetivas. El trabajador mal pagado, sobreexplotado, sin remuneración a la altura de su cualificación ni a su experiencia y además puteado, no es un trabajador mal pagado....etc., se le llama PROFESIONAL RESILIENTE. Debiera poner esta categoría laboral dentro de mi currículo, quizá pudiera ser equivalente a un master o a un cursillo del INEM…

A estas alturas, el termino Profesional Resiliente, debiera cambiarse por el de....Trabajadora del Sexo. Por que es así como se me está vendiendo esta filosofía de trabajo, como una nueva forma de auto venta profesional y así es como están vendiendo a las personas en términos laborales.

Se aconseja, que estemos dispuestos a trabajar bajo cualquier presión, sea personal, laboral o económica. ¿Hacia donde nos lleva la sociedad, o mejor aun, a donde nos conducimos nosotros mismos? Algo que es aun más peligroso. Amparándose en una “crisis económica”, nos acecha una crisis aun peor. Una crisis moral y humana. Damos un paso atrás en el trato entre seres humanos, en las relaciones laborales, en las condiciones sociales, económicas, afectivas, en términos de salud mental, corporal y espiritual. Todo por una comisión, por un porcentaje, por un coche de mayor potencia, un sueldo mejor o una segunda residencia. Nosotros ponemos el precio.

La sociedad japonesa es un ejemplo de este término. Es idóneo laboral y económicamente hablando, ¿pero qué precio humanamente hablando, es el que paga?

El exceso de responsabilidades, el agotamiento físico y mental en el trabajo tiene un término, karoshi, y un dato, 30.000. Treinta mil japoneses se suicidan al año por problemas derivados del ámbito laboral y económico, y más de 10.000, mueren por agotamiento físico y mental. ¿Queremos caminar por esa senda de bonanza económica pero de ruina personal?

En este manual del buen trabajador, se hecha de menos la restauración de la esclavitud, el derecho de pernada y el sistema de castas… entre otros.

Es necesario un proceso de des-educación, que elimine conceptos tan alejados del sentido común, y que nos hacen olvidar el sentido de la vida. Si no lo hacemos corremos el riesgo se ser tratados como un material. Un material humano, con capacidad para recuperar nuestro forma inicial, después de ser sometido a una presión que le deforma.

¿Vivimos para trabajar o trabajamos para vivir? Superar supuestos baches económicos, afectivos y demás, no debe traducirse en productividad, si no, en vida y conocimiento.

Me niego a tomarme todas las cosas a bien. Me niego a sobreponerme con facilidad de cualquier crisis. Me niego a estar receptivo en cualquier momento del día, tanto en mi vida personal o laboral. Me niego a ser siempre proactivo y a aguantar todo tipo de presiones. Me niego a ser moldeable. Puede ser que ese sea el perfil que una empresa desee para sus intereses. Pero subyace un error de base. Somos humanos.

¿Existiría un Abraham o un Moisés, sin crisis de identidad, sin crisis de fe, sin vagar perdido durante años en el desierto, sin temores ni errores de todo tipo y que estos no influyeran en sus quehaceres cotidianos? ¿Podrían ser ellos calificados como resilientes? Lo dudo mucho.

Considero que todas aquellas situaciones, personales, laborales, económicas, deben afectarme y se debe sentir su efecto en el entorno, sea cual sea. Pues son estas situaciones, las que nos acercan los unos a los otros. Ser conocedor del prójimo, te hace sensible a el y a ti mismo. Te hace reconocedor de las realidades, debilidades, defectos y vulnerabilidades de cada uno. Tratemos de evitar auto revestirnos con una falsa profesionalidad llamada resiliencia.

Así que no me pidas que renuncie a lo que me hace mejor persona. No me pidas que sea mejor trabajador que ser humano. No me pidas que desista a lo que nos hace reconocernos y recordarme a mí mismo, que somos simplemente, personas.

13 comentarios:

Munchausen dijo...

En la Edad Media, confiaba uno su alma a Dios, que bajaría enseguida a recogerla.

Esto de la resiliencia de los trabajadores es como los carteles del Metro que invitan a "hacer ejercicio" caminando, subiendo las escaleras mecánicas, etc.

Dicho esto... No hay más remedio. Ya existe una división de 'castas' en el trabajo, bendecida legalmente, entre los empleados fijos y los eventuales, los jóvenes, los temporales, etc. Los sindicatos protegen a los primeros, a los segundos nos queda... la resiliencia. Ajo y agua, dicen en mi pueblo.

Creo que es natural que a las "personas inteligentes" nos toquen un poco las narices las comedias románticas y el seso en Nueva York, para desviar la atención del expolio a que nos ha sometido la generación de nuestros padres, con la complacencia de gobiernos, patronal y sindicatos, entre la burbuja inmobiliaria y las regulaciones laborales.

Slowla dijo...

Aún cuando el término "resiliente" sea, cuanto menos desconocido para muchos, utilizarlo en el título ha sido una original idea para llamar la atención del lector, supongo, pero haciendo de ésta lectura una reflexión "resiliente", creo que hay que mirar más profundamente al sentido del artículo y extraer la conclusión de que adoptar actitudes positivas en las situaciones adversas, es una buena alternativa y genera mejores resultados.
Si se trata de hacerse a la idea de que el mundo laboral, y otros muchos, están sufriendo un cambio profundo, eso es evidente y está claro. Y quien no lo entienda así, tardará más o menos tiempo en darse cuenta. El artículo Yo, Sociedad Anónima retrata una mentalidad liberal capitalista pero para eso están las opciones de vida que desee cada uno.
Feliz Fin de Semana

la profe dijo...

¡Hay vida más allá de Julieta y Leonor!, Slowla, dime que eres alumna del TIOM, me harás muy feliz ( o un poco menos desgraciada).

Slowla dijo...

Según una nota de Efe, casi uno de cada cinco madrileños de entre 16 y 64 años corre riesgo de padecer estrés, ansiedad o depresión, y advierte que éstas cifras pueden aumentar debido a la subida de la cifra de parados y la crisis. El Ayuntamiento de Madrid ha editado una gúia titulada "El estrés y el arte de amargarnos la vida". A lo largo de 39 páginas, tres capítulos y un decálogo, el documento da indicaciones para el 19,2% de la población de Madrid, que corre el riesgo de padecer ésta enfermedad y para el 15% que sufrirá algún trastorno psicológico a lo largo de su vida.
Otro programa promovido por el Ayuntamiento es GERCHE (Grupos de Entrenamiento en Relajación Creativa y Habilidades Emocionales), que se centra en la prevención de riesgos para la salud emocional.
Al finalizar, los usuarios han conseguido una reducción de los niveles de ansiedad del 68% en las formas graves y del 40% en las de alto grado. Mientras, la depresión desciende el 69% y 21% en las formas grave y alta.

Munchausen dijo...

El cinismo de nuestras instituciones no tiene parangón en el mundo civilizado. :(

la profe dijo...

Como sabéis suelo comenzar mi "contracomentario", dando las gracias al cronista y sin embargo...sin embargo esta vez quisiera darte las gracias al cuadrado y mi más sincera enhorabuena por un comentario crítico y cargado de pasión ( no lo digo con ironía, por cierto que etimológicamente pasión proviene de emoción). Primero un análisis del titular , sí señor, aquí huele a periodista, siento comunicarte que el artículo no pertenece a una revista feminista ( por cierto esa referencia es políticamente incorrecta, ruego leas los comentarios a "capaz de capataz" )ni a libro de autoayuda, aunque ...ciértamente tiene algunos tintes. El texto está escrito un par de años antes de la crisis económica y sin embargo viene como anillo al dedo en estos tiempos que corren.
Se trata de una publicación de Recursos Humanos y quien no sienta miedo o rabia en una primera lectura, probablemente no es humano o tiene ciertos rasgos psicopáticos.
Benjamín habla de la deshumanización de los recursos humanos y de la dificultad o imposibilidad de alcanzar los mandatos, porque son mandatos ("debemos convertirnos en profesionales resilientes más pronto que tarde" )que propone el texto.
Hasta aquí estoy de acuerdo contigo, pero si me quedo ahí sólo tengo dos opciones, subir contigo hasta la azotea del CFO Los Cármenes, empujarte y tirarme después o dimitir y embarcarme en un movimiento antiglobalización.
También puedo pensar en la resiliencia en términos más suaves y tomar aliento y recuperar mi estado emocional anterior a la lectura del texto, para ver si hay algo que
pueda sernos útil.
Este texto plantea ciertas verdades, duras pero verdades al fin y al cabo, estamos en época de cambio, en realidad la única certeza que tenemos es la de la incertidumbre. Independientemente de la crisis, hace tiempo que nos movemos en un sistema que se mueve a velocidades vertiginosas, que cambia a velocidades vertiginosas. De tal manera que para las empresas, no es tan importante lo que un candidato sabe sino lo que es capaz de aprender, el hecho de tener una buena formación, una carrera universitaria, etc..dice de alguien no tanto lo que sabe, sino que fue capaz de aprender y que se interesó en ello. Muchas veces la capacidad de aprender es más importante que el propio conocimiento, cuando uno ha aprendido por fin a usar el móvil, te lo roban, te regalan otro por los puntos y por cambiar de compañía y a volver a aprender el uso, quien no aprende deprisa mucho me temo que el darwinismo social va a dificultar su supervivencia en el mercado laboral. Cuando hablan de profesionales flexibles, el tema va un poco por ahí.
Proactivos , resilientes, capaces de soportar presiones, entusiastas, ¡qué angustia! , bueno contra el vicio de pedir esta la virtud de no dar, me explico, las empresas no son ONGs, su objetivo es que el empresario gane dinero, si yo tuviese una empresa querría el mejor candidato y alguien con esas características, reconozcámoslo, es un buen candidato, la cuestión es que nadie es así, tal vez unos pocos elegidos se le parezcan un poco.
¿ Significa eso que el resto no somos buenos candidatos, o significa que no somos resilientes? “ Ser o no ser” ESA NO ES LA CUESTIÓN. La cuestión es cuánto. Me gustaría que dejásemos de hablar en términos cualitativos y lo hiciésemos esta vez en términos cuantitativos. Todos hemos pasado en algún momento por una situación difícil, “una crisis vital” y si la superamos es cierto que salimos fortalecidos. Pensemos en Bridget ( al menos es resiliente) cada vez que la caga, se hunde un par de días y luego se levanta, vuelve a su estado inicial, la resiliencia es por fortuna patrimonio de todos, si bien algunos la tienen en mayor medida que otros. De hecho de nuevo la resiliencia es un témino que comenzó a utilizarse en contextos de psicología clínica, concretamente en contextos de intervención en crisis y catástrofes. La resiliencia trata de contestar responder a la pregunta de porqué algunas personas desarrollan estrés postraumático tras una catástrofe , mientras que otras no sólo se recuperan sino que asquerosamente “cogen la vida con más ganas”.
Lo que al menos podemos extraer del texto son algunas de las características más valoradas por las empresas, lo cual nos puede ayudar en el momento de contestar durante una entrevista de trabajo, espero que no haya ningún atontao que conteste “soy resiliente”, me da igual si lo es o no, sería un poco pedante, nuestras respuestas en la entrevista deben ser coherentes, deben estar apoyadas en hechos, no se trata de decir “soy resiliente” sino de demostrar cierta resiliencia, contar alguna anécdota en la que salimos adelante tras una envestida, de ahí que el autoconocimiento sea tan importante en la orientación laboral, todos tenemos una experiencia resiliente, ahora os toca pensar cuál es la vuestra.
Es importante, conocernos y conocer “al enemigo, o amigo, según se mire, a quien pretendemos que nos contrate y tratar de encontrar la intersección de los conjuntos.
Me ha venido a la memoria según escribía un antiguo novio, era un chico muy de izquierdas, los sábados/domingos por la mañana, solía despertarme sola, él estaba en el salón leyendo libertad digital, es importante leer esto me decía, este tipo es muy peligroso ( refiriéndose a Jiménez Losantos, yo me reía, él se lo tomaba muy en serio), mi ex en cuestión pasaba más tiempo en libertad digital que en nodo 50, como comprenderéis, era un plan poco romántico para un domingo por la mañana pero eso sí, estaba informado y contrainformado.
Falta la idea más importante del texto, ¿ alguien más se atreve a publicar su comentario?, hay una idea que realmente merece la pena ser salvada. Un sobresaliente para quien la encuentre. Nos vemos el martes

lexatin, lo mejor... dijo...

¡¡Holaa!!

Bueno, veo que no es un buen momento para quedarse en el paro y busacra algo decente. Lo siento, amiguetes, conservo mi empleo precario, acomodada y "echando" culo. Cierto el tema de las castas laborales. Llevo siete años y, a pesar de no progresar, exijo un mínimo de respeto al último que llega (que del "por favor" al "tía" en mi pueblo hay un abismo).

Sólo una vez he estado en el paro, chupé 3 meses del Estado, pero cada vez que iba a la oficina del INEM era como para ponerse a llorar. Si ya de por sí es un poco humillante, el hecho de encontrarte con un funcionario deshumanizado hace que te den ganas de incendiar, como poco, el chringuito.

¿Cuántos talentos se está perdiendo el mundo laboral? Cuántos mediocres seguimos ocupando sitios que igual no merecemos?.

No hay que perder la confianza...o...¿hay que estar dispuesto a bajarse del burro y aceptar algo menos ...digno?.

Pensé que el panorama era menos desalentador, Barón.

Slowla dijo...

Hay una gran diferencia entre lo que somos y lo que deseamos ser. De ahí que pasemos gran parte de nuestra vida buscando aquello que, a nuestro modo de ver, nos hará ser más felices. Por eso, y por la felicidad que le produce a la profe nuestra contribución a que este blog se vea sembrado de reflexiones, aquí queda mi pequeño granito de arena.
Si con tan poca cosa, contribuyo a que alguien se sienta más feliz, habré conseguido mucho más que lo que en principio estaba buscando.
Groucho Marx dijo con gran carga de ironía: Hijo mío, la felicidad está hecha de pequeñas cosas: una pequeña mansión, un pequeño yate, una pequeña fortuna..

Uno de los grandes errores que cometemos es creer que lo bueno está por llegar. Lo realmente bueno es lo que está sucediendo en éste preciso instante, es percibir cada momento, tomar conciencia y disfrutarlo. El tiempo no se detiene y es decisión nuestra aprovecharlo o dejarlo pasar.

!Feliz tarde!

Leonor de Aquitania dijo...

Qué razón tienes slowla!!!!
Gracias por tu comentario. Por lo menos, a mi, sí me ha hecho un poco más feliz esta tarde. Tu objetivo se ha cumplido!!
Me gusta oir en ocasiones reflexiones que, aunque parezcan muy obvias, te recuerden de vez en cuando que no es tan grave cometer errores en la vida, siempre que aprendas la lección, y que, efectivamente, las horas vacías no vuelven jamás. Sur sum corda!!!

la profe dijo...

¡Estoy tan emocionada!. Ha sido un día duro, pero con final feliz. ¿ Cuántas personas han tenido hoy un día con motivación laboral al final de la jornada?. GRACIAS

Asier dijo...

Tal vez, el concepto que estamos dejando sin remarcar sea el de que el ser humano es un "zoon politikon", es decir, un animal social.

El texto recuerda que es muy importante saber mantener una buena red de contactos y ejercitar las habilidades sociales. Algo parecido a lo que se dijo de "tener amigos hasta en el infierno".

Otro de las ideas que me parecen destacables es la de saber reconvertir situaciones adversas en lo más ventajosas posible. Una especie de alquimia situacional que depende en gran medida de la actitud y de la fuerza de voluntad.

No creo que sea tan doloroso que alguien recuerde que es ventajoso ser adaptable. La Naturaleza lo lleva recordando millones de años.

El mercado laboral, como prácticamente todos los mercados en la actualidad, tiende a globalizarse. Esto implica que la competencia es mayor y que no podemos depender eternamente del proteccionismo. Yo no digo, ni si quiera creo, que sea el mejor sistema, pero es el que hay. Capitalismo liberal globalizado. Este sistema exige una continua formación y una máxima disponibilidad en lo que se refiere a movilidad y a afrontar nuevos retos. Si lo queremos ver desde un punto de vista pesimista, sí, el factor humano es considerado simplemente uno más de los factores productivos, como pueden ser la maquinaria o el capital. Es un poco lo que hay. Pero por otro lado, también ofrece la libertad de emprender nuevas iniciativas y probar cambios, algo que con otros sistemas tal vez no ocurriría.

Las circunstancias están ahí, cada "yo" es libre de jugar sus cartas dentro de ellas.

Lo que está claro es que para alcanzar ciertas metas es preciso trabajar en equipo y poner de acuerdo a muchas voluntades.

Leonor de Aquitania dijo...

... parece ser que se está consiguiendo eso de trabajar en equipo para alcanzar ciertas metas...

la profe dijo...

Assier, estoy de acuerdo contigo, es lo que hay, y también es muy importante lo de "tener amigos hasta en el infierno", el texto lo dice como de pasada, dice concretamente "mantener víncilos afectivos", esa es en mi opinión la mejor idea que expresa el autor.