viernes, 24 de abril de 2009

Beneficios del profesorado

Explicar las mismas sencillas operaciones una y otra vez, cada día de la semana, es duro, pero no perdemos el humor. Comentarios de los alumnos de cursos de ofimática básica a los que pedimos que nos enviaran un correo electrónico...

hola ,la clase es interesante,pero poco tiempo. desearia hacer otros cursos.

Hola, buenos días, me gusta mucho la foto casi q preferiría estar paseando por ese caminito q estar aquí en el curso, porque no se si voy a aprender demasiado

hola profe creo que esto no voy a aprenderlo nunca pues me resulta muy dificil es para mentes mas lucidas y despejadas y acostumbradas a las nuevas tecnologias

hola me parece fenomeno este mensaje y su captacion y reenvio al resto de participantes del curso de informatica de arganzuela

he recibido tu mensaje gracias por la atencion. estamos aprendiendo

hola, estoy en clase de ofimatica. es lenta pero muy divertida

nos gustaria dar mas clases contigo

Hola te envio un mje espero q no te aburras cuando lo leas

Mas clases. Cinco dias son pocos.

el curso se esta terminando lo paso bien

5 comentarios:

Leonor de Aquitania dijo...

¡Bien Barón! Yo veo más comentarios positivos que negativos de los alumnos. No está mal para empezar. Ánimo, que seguro que lo estás haciendo estupendamente.
Yo soy la encargada esta semana de hacer el resumen de la clase del martes pasado. Aprovecho esta incursión en el blog para hacerte un breve comentario sobre lo que aconteció.
Fue una clase casi al 100% teórica , por lo que tampoco creo que me vaya a extender demasiado. Se tocaron temas muy interesantes (como suele pasar en la clase de los martes) y Celia quiso cerrar el bloque del autoconocimiento para comenzar la semana que viene con otro totalmente diferente. Hicimos un pequeño repaso de lo que habíamos aprendido hasta el momento, de la autoestima baja y alta, etc... y comenzó hablando de la motivación, aspecto éste, según la profe, difícil de explicar y el más importante de todo el curso. Hizo mucho hincapié en su comprensión.
¡Qué fuerza esa que nos empuja a alcanzar una meta! Maravillosa y curiosa, desde luego.
A partir de aquí analizó y desgranó el concepto motivación y nos explicó sus características y sus tipos.
Relacionado con esto, también se habló de las expectativas y de las metas, factores importantes a tener en cuenta ya que la motivación depende de ambas cosas.
Comenzó entonces Celia a hacer un cuadro en la pizarra donde construyó y dio valores a ciertos aspectos, con el fin de conocer si estas atribuciones, internas/externas, controlables/no controlables, suponían un aumento de la autoestima o un descenso de la misma.
Se acabó hablando en la clase sobre los diferentes tipos de metas, a corto, a medio y a largo plazo.
Así descrito y en tan pocas palabras, quizá parezca que fue una clase sosa y sin fundamento, pero creo que no fue así. Creo que a todos nos llegó el mensaje de que la motivación viene desde fuera en forma de estimulación y que es imprescindible que haya una predisposición positiva que haga posible que esa estimulación se convierta, realmente, en motivación. De alguna forma, el martes pasado, hubo algo de eso.

la profe dijo...

Estoy con Leonor en que los comentarios de tus alumnos son de lo más motivadores que uno puede encontrarse en el mundo de la docencia. Hubo una época en la que me planteé opositar a dar clases en un instituto , menos mal que me dio pereza, hay que estar hecho de una pasta muy dura ( no es mi caso, pero voy sobreviviendo). ¡Qué gran Paradoja! cuando uno se gasta 5000 euros en un máster está más motivado que cuando cobra por estudiar o cuando el curso es gratis. No me cabe duda de que lo haces genial. ¿ puedo colarme en una de tus clases? yo también le tengo miedo al ratón. Los alumnos te van a traer a dosis iguales felicidad y frustración. Coincicido con Leonor en que el martes pasado fue una buena clase, una de mis alumnas iluminó con su sonrisa toda la habitación, si yo te hablaa de los comentarios que me escriben...o que me dicen en toda mi cara. Lo que Leonor, que fue muy prudente no cuenta y tu entrada me lo recuerda es los comentarios de 2 de mis alumnos que me dicen haciendo valoración de lo aprendido, que simplemente mi materia no les interesa, lo sueltan con una pasmosidad que casi resulta desafiante, me sorprende que ese comentario no me disguste, otro día en otro contexto me habría sentado fatal, si alguien piensa que soy inmune a las emociones de mis alumnos flipa en colores. Uno de ellos casi disfruta mientras lo dice, y aun así no es algo personal, es importante esto, pues al menos hay un logro y es que él sabe que puede permitirse decir algo así sin que yo lo personalice, ese es mi logro en ese taller, no es personal y él lo sabe, porque tonto no es...Aunque quizás sobrevaloro mi tolerancia a la frustración, me pregunto si debo permitir tan alto nivel de expresión. ¿ Es triste que ese sea un logro? . En otro taller no lo sería, en este es casi un objetivo, una meta que me marqué. El otro alumno que dijo " tu materia es basura" ( no lo dijo así, es una forma de hablar) preguntó después si expresarlo tendría consecuencias, no, al menos no a las que él se refería y sin embargo...todo lo que decimos tiene consecuencias, esa debería ser una lección básica de orientación social y laboral, como era aquello de que uno es exclavo de sus palabras y dueño de sus silencios. ¿ Cuántos silencios habría?, cuantos compartiendo esa opinión tuvieron la prudencia de guardar silencio...nunca lo sabremos, ¿ es correcto decir siempre lo que uno piensa? es una reflexión y debate que estaría bien abordar. ¿ Qué marca la línea entre la sinceridad y el sincericidio?

Leonor de Aquitania dijo...

La línea la puede marcar el sentimiento que tus palabras provoquen en la otra persona.
El otro día el ambiente podía ser considerado como propicio para decir lo que se dijo. Para mi forma de ver, un éxito para Celia, para el alumno en particular y para la clase en general.

Unknown dijo...

Bueno, sé que me había comprometido a hacer el otro relato, pero la verdad es que en el fragor de la batalla no tomé notas buenas, incluso perdí el hilo de lo que realmente debía contar... así que voy a hacer una reflexión, espero que valga...
Yo creo que Celia ha tomado una decisión incluso antes de empezar los encuentros con nosotros, y esa decisión es permitirnos la expresión (sincera) siempre que no le desorganicemos demasiado la clase. De hecho digo esto porque alguna vez he sido yo la que he querido hablar de más y Celia tenía claros ciertos plazos y me ha pedido que me callara, con razón. Quiero decir, creo que todos sabemos que el espacio de Celia es un espacio abierto, incluso a disgustos evidentes, aunque no personales.
En ese marco, hablar de motivación fue un disparador que nos superó un poco a todos. Salvo a Leonor, que creo que ni abrió la boca... Y por “disparador” quiero decir algo que despertó distintas cosas en cada uno. Estamos en el ecuador del TIOM, pero con más de 20 días de vacaciones por delante en el verano. Vacaciones que nos tomaremos fragmentadas, por lo que pasaremos bastante tiempo sin vernos con varios compañeros. O sea que a fines prácticos, ya ha pasado la mitad. Estamos más cerca del final que del principio. Y aquí es donde empiezan a jugar fuerte las expectativas, donde uno casi que hace balance. Al final, la motivación es una gran energía que nos mueve, y no sólo a tomar un camino en la vida sino a las pequeñas cosas de cada día. Yo creo –y esto a título personal- que quizás ahí estuvo lo interesante del martes. Que Celia nos hizo ver que el TIOM no es un paso intermedio entre el paro (todos veníamos de ahí) y un empleo en el ámbito que nos gusta, sino que también puede ser vivido como un espacio de oportunidades en sí mismo. Pero claro, eso ya depende de nuestra motivación... y de nuestras expectativas de éxito, que se basan en nuestra historia de éxitos y fracasos, como bien vimos el martes. Yo les dejo otra idea, muy naif o cursi, pero que me gusta, y es la que me refrescó la clase del martes: la sonrisa es un recurso muy valioso. Por ahí, si alguna vez tuvimos un tropiezo con alguien, o una persona no fue lo bastante expeditiva, podemos volver a empezar sonriéndole cuando le veamos. Lejos de la risa, que puede ser nerviosa o casi instintiva, la sonrisa es una de las facultades más bonitas que tenemos los seres humanos. Y lo vimos el martes, una sonrisa puede iluminar una cara, un aula... y puede cambiarte el día.

la profe dijo...

La sonrisa es un facilitador de la comunicación, lo digo por si estás ya con tu trabajo sobre comunicación no verbal. Los bebes recién nacidos sonríen para relajar los espasmos musculares de la cara, pero la madre le da a la sonrisa una intencionalidad comunicativa. La madre reacciona con conductas que al bebé le producen placer. La madre, significa la sonrisa, con significa me refiero a que es ella la que le da el significado social. A partir de los dos meses la sonrisa del bebé ya no tiene como objeto relajar los músculos faciales sino que se transforma en el principal facilitador de la comunicación y así durante toda nuestra vida, o alguien ha pensado que es casual que en la publicidad todo el mundo sonria.
Bien visto Julieta. Cursi o no es un dato cietífico.
Barón, sonrie a tus alumnos, por si cuela...