Entrevista ayer con la técnico de empleo de la agencia municipal. Trabajo para redactores no hay nada y nunca lo habrá, pero me insta a regresar a la oficina del servicio regional a apuntarme otro par de códigos aparte de "licenciado en H." y "periodista": corporaciones locales, monitor de formación, agente de empleo y desarrollo local, agente de desarrollo rural, capataz... "No tengo cualificación para nada de eso". "Da igual, lo primero es apuntarse. Ya harás cursos de formación más adelante". Inteligencia emocional, programación neurolingüística, coaching...
Cuando estuve mirando lo del CEIM, me llamó la atención la abundancia de cursos de habilidades sociales frente a los que yo consideraba 'prácticos'. Cuando exploro las ofertas por internet, sólo veo demandas de empleo para mantenimiento de webs, programas de diseño, herramientas informáticas. No veo ninguna oferta para esclavizador de mentes, apertura de portales dimensionales, médium (aunque hay una en Infojobs o Periodistas.com, ahora no lo recuerdo, en la que solicitan "esoteristas para medios de comunicación").
La técnico está haciendo el doctorado sobre la represión de la emotividad masculina. Me recomienda un máster sobre Igualdad (desde que se creó el ministerio, se escribe con mayúscula, hamijos) y su aplicación a medios de comunicación. "Dios mío", pienso. "Este es el precio que pagarán los periódicos al Gobierno a cambio del plan de salvamento: despedir periodistas y contratar comisarios políticos".
También me habla vagamente de "unos cursos para periodistas que se dan en la zona de Barajas", al parecer remunerados. ¡Ah, pillines! Pero sería complicado que aceptaran a un perro viejo con el barón. "Tal vez como profesor. Pero a cada curso que se celebra, los profesores actuales han acumulado mayores méritos". ¡Ah, doblemente pillines!
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jueves, 2 de abril de 2009
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